Mientras que los géneros comerciales solo se enfrascan en temas superfluos como es enamorarse, drogarse, sea con alcohol o estupefacientes, o sexualizar a las mujeres, yo encuentro en la música independiente letras que ven un panorama más amplio sobre lo que es la vida en sí, sin temor a tocar temas que para la gente común podrían resultar difíciles de entender o también temas que uno podría tocar solo con pinzas por temor a hablar.
Lo que me cautiva más de un género musical, sea o no en 4 tiempos, es la posibilidad de hablar sobre el alma, el amor propio, la historia, asuntos socio/políticos, las diferentes emociones, las dificultades de la vida misma o, por qué no, fantasear un poco y dejar volar nuestra imaginación con letras que enmascaran un tema no para mantenerlo oculto, sino más bien para estimular a esas mentes que buscan un mensaje más complejo de descifrar; esto hace a la música mucho más mística e interesante.
Y sí, ya sé que me dirán que me jala más la música conceptual o con un perfil poético en donde la letra, dependiendo de cómo lo interpretes, podría tener más significados que el que su autor originalmente decidió plasmar desde su inspiración.
La música también tiene que evolucionar y no limitarse a tocar los instrumentos de una única forma o con los instrumentos convencionales.
Esta época nos golpea fuerte a quienes venimos de una escuela que consumía música de otra forma y aun así creo que se puede rescatar aunque sea cenizas de lo que aún nos queda. Veamos el lado bueno de lo que está pasando: todavía hay de dónde agarrar y deleitarse; lo que nos pasa es que cada vez se hace más difícil encontrarlo.
Y para quienes les resulta difícil adaptarse a los nuevos sonidos, existen los artistas y grupos revival que están fuertemente influenciados por la música como se hacía antes.
La lírica sí es importante en la música, la música de buen paladar.
